Colaboración clave entre gobierno y privada para transición energética

Expertos destacan importancia de una transición con gobernanza compartida


La transición energética del país hacia un modelo más sostenible requerirá de la colaboración estrecha entre diversas instituciones gubernamentales y la iniciativa privada, señaló Karla Cedano Villavicencio, académica del Instituto de Energías Renovables de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En su opinión, aunque el Plan Nacional de Energía 2023-2030 ha dado pasos importantes, aún existe falta de detalles operativos que permitan encaminar este proceso de manera eficiente.

Cedano destacó que el éxito de la transición energética dependerá de una estructura de gobernanza que involucre a varias secretarías clave, como la de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Energía, Hacienda y Crédito Público, y Comunicación y Transportes, además de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Esto, sumado a la participación activa de la iniciativa privada, otorga al proyecto una dimensión crucial para alcanzar los compromisos internacionales en materia medioambiental.

La transición energética está contemplada como parte de los esfuerzos de México para cumplir con la meta de reducir las emisiones contaminantes a través de una mezcla energética más limpia. Se espera que para 2030, la demanda energética del país llegue a 64,979 megavatios, con al menos el 32% proveniente de energías limpias y el resto de fuentes térmicas. Sin embargo, la generación renovable podría llegar a representar entre el 38 y 45% de la matriz energética, dependiendo de los escenarios.


Inversión privada y desarrollo de la infraestructura necesaria


La especialista subrayó la importancia de integrar la experiencia financiera y económica en los espacios de toma de decisiones relacionadas con la energía. "Contar con expertos en finanzas en lugares clave, como la Secretaría de Energía y la CFE, es fundamental. Necesitamos entender lo económico para convertirlo en soluciones energéticas y medioambientales", apuntó Cedano.

La inversión privada será un pilar clave para alcanzar las metas de la transición, por lo que el gobierno debe centrar esfuerzos en cómo maximizar el impacto de los recursos disponibles. Según la académica, si los esfuerzos se enfocan adecuadamente, el uso de los fondos será mucho más eficiente.

Cedano también destacó que programas sociales como Sembrando Vida y CFE Capital, creados en administraciones pasadas, pueden sumarse a las estrategias actuales de transición energética. La participación de la población, especialmente la joven, en proyectos medioambientales y energéticos ha sido fundamental para generar inversiones sin incrementar la deuda pública, lo que puede ser replicado en futuros planes.

A pesar de los avances, la académica reconoció que aún hay muchos detalles por resolver, especialmente en lo que respecta a la regulación secundaria del Plan Nacional de Energía. Aunque la falta de detalles operativos es evidente, Cedano consideró que el gobierno federal tiene los recursos y el poder de decisión necesarios para crear los planes que permitan alcanzar los objetivos de transición energética, destacando el progreso alcanzado hasta el momento.

"Es claro que aún falta mucho detalle, pero ahora tenemos una claridad que nunca antes habíamos tenido", concluyó la especialista.