Descubren estrellas de mar en ofrenda tolteca en Tula

Un reciente descubrimiento arqueológico en la Zona Arqueológica de Tula, Hidalgo, ha revelado cinco estrellas de maren una ofrenda milenaria, que datan de entre los años 950 y 1000 d.C. Este hallazgo ha sorprendido a los expertos, pues muestra la importancia simbólica de los equinodermos en la cultura tolteca, tanto en sus rituales como en sus cosmologías. El análisis de este conjunto de estrellas de mar y otros artefactos ofrece una nueva visión sobre las conexiones comerciales y espirituales de los toltecas con otras regiones de Mesoamérica.


Hallazgo clave en el Palacio Quemado

El descubrimiento fue realizado por un equipo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, quienes trabajaron en el análisis de placas calcáreas encontradas en los años 90 en el Palacio Quemado de Tula. Aunque inicialmente se pensó que las placas eran restos óseos de equinodermos, no fue hasta ahora que se logró identificar las especies con precisión.

El estudio reveló que se trataba de tres estrellas de mar de la especie Nidorellia armata, conocidas como estrella chispas de chocolate, y **dos de Pentaceraster cumingi, o estrella cojín. Ambas especies son comunes en las aguas del océano Pacífico, lo que sugiere que los toltecas tenían conexiones comerciales con las costas del Pacífico, extendiéndose desde el Golfo de California hasta el noroeste de Perú y las Islas Galápagos.

Este hallazgo fue encontrado en una cavidad cuidadosamente sellada, conocida como Ofrenda 1, ubicada en el Palacio Quemado. Además de las estrellas de mar, la ofrenda contenía un espejo de pirita y turquesa cubierto por un cosmograma. Este cosmograma estaba compuesto por objetos asociados a los rumbos cardinales, como cuentas de concha, placas de nácar y fragmentos de coral, todos ellos con un fuerte significado simbólico para los toltecas, relacionados con sus creencias sobre el universo y la cosmología.


Implicaciones sobre las rutas comerciales toltecas

Este descubrimiento refuerza las hipótesis sobre las rutas comerciales de los toltecas y su amplia red de intercambios. Los toltecas, que florecieron entre los siglos IX y XIII, mantenían rutas comerciales claves que conectaban diferentes regiones del actual México. Las principales rutas comerciales toltecas incluían:

  • Ruta del Altiplano Central: Conectaba Tula con otras ciudades mesoamericanas como Teotihuacán y Cholula.
  • Ruta hacia el norte: Permitía el acceso a materiales como turquesa y metales de lo que hoy es el norte de México y el suroeste de EE.UU.
  • Ruta hacia la costa del Golfo: Facilitaba el comercio con culturas como los olmecas, para la obtención de productos marítimos, algodón, y otros bienes.
  • Ruta hacia el sur: Conectaba con las culturas mayas, lo que facilitaba el intercambio de productos como jade y cacao.


El simbolismo de las estrellas de mar en la cultura tolteca

Este hallazgo también destaca la relevancia simbólica de las estrellas de mar en la vida ritual de los toltecas. Aunque ya se habían encontrado algunas estrellas de mar en excavaciones previas, este nuevo análisis subraya su importancia cosmológica. Los equinodermos podrían haber representado para los toltecas elementos cósmicos o naturales asociados con el mar, la fertilidad o incluso la conexión con los dioses, lo que refuerza la idea de que los toltecas no solo comerciaban, sino que también integraban elementos de otras regiones en sus creencias espirituales.

Este nuevo hallazgo proporciona más evidencias de las conexiones marítimas de los toltecas y su influencia cultural en diversas partes de Mesoamérica. Además, nos ofrece una visión más profunda sobre los intercambios culturales entre las diferentes civilizaciones prehispánicas, y sobre cómo los toltecas empleaban símbolos naturales y animales en su vida religiosa y cotidiana.

Los equinodermos no solo se destacan como parte de la fauna marítima en sus rutas comerciales, sino también como símbolos que podrían haber jugado un rol significativo en los rituales toltecas, dejando una huella duradera en la historia de la cultura mesoamericana.