Violencia y detenciones en protesta otomí en Xochimilco

Miembros de la comunidad Otomí denuncian agresiones y arrestos durante manifestación en apoyo a defensora del agua
Esta tarde, durante una manifestación pacífica en la explanada de la alcaldía Xochimilco en apoyo a Hortensia Telésforo, defensora del agua, integrantes de la comunidad Otomí residente en la Ciudad de México sufrieron agresiones violentas y detenciones injustificadas. Según los reportes, un grupo de golpeadores, aparentemente acompañado por policías, atacó a los manifestantes con navajas, pistolas y palos, en un acto que dejó a varios heridos y causó pánico entre los asistentes, incluidos niños y adultos.
Anselma Margarito, vocera de la comunidad que ocupa el edificio del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), relató que durante la protesta fueron arrestadas ella y otras cuatro personas sin justificación. La manifestación, que originalmente buscaba exigir el desestimiento de una investigación en contra de Hortensia Telésforo, se tornó violenta rápidamente.
Filiberto Margarito Juan, miembro de la comunidad, describió cómo, tras llegar de un mitin en el Reclusorio Sur, los manifestantes se encontraron con una represión inesperada. Los agresores llegaron en cuestión de minutos, y la situación se volvió caótica, con muchos manifestantes huyendo para evitar ser golpeados.
El conflicto escaló cuando Anselma Francisco y Roberto Rodríguez Contreras, conocidos como Michi, intentaron escapar y fueron perseguidos por el grupo de choque, mientras una patrulla de policía les indicaba que serían detenidos. Desde entonces, la comunicación con los detenidos se ha perdido, y se ha responsabilizado al jefe de gobierno capitalino, Martí Batres, por su seguridad.
Diego García Bautista, de la Uprez Benito Juárez, vinculó la detención con la ocupación del INPI en octubre de 2020. La comunidad Otomí, que aún ocupa el inmueble, había recibido una propuesta de desalojo para mediados de agosto, la cual no se ha concretado debido a la falta de resolución de sus demandas de vivienda.
En respuesta a los arrestos, las agrupaciones y los miembros de la comunidad Otomí cerraron las calles cercanas en demanda de la liberación de los cinco detenidos, cuya ubicación seguía sin confirmarse hasta la tarde. La protesta ha generado un fuerte rechazo a la violencia y las detenciones arbitrarias, intensificando la tensión en la región.