Cambio climático, la alarma sobre el Amazonía

Preocupación por el aumento de la temperatura global
Carlos Nobre, destacado climatólogo brasileño, ha cambiado su mensaje optimista por uno de profunda preocupación ante el reciente aumento acelerado de las temperaturas globales. Según datos de la agencia climática de la UE Copernicus, el mundo superó el umbral de 1.5 grados Celsius respecto a la era preindustrial a principios de 2024. Esta cifra, que se esperaba alcanzar por primera vez en 2028, marca un punto crítico en la lucha contra el cambio climático.
Nobre, ex miembro del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), advierte que el incremento de temperatura no es lineal, sino exponencial. Las olas de calor, las fuertes lluvias, las sequías, los incendios forestales y el aumento del nivel del mar se intensificarán rápidamente, explica. Ya en 2023 se observaron fenómenos climáticos extremos y en 2024 se anticipa una aceleración en su frecuencia.
La situación en Sudamérica, especialmente en Brasil, es alarmante. El país enfrenta sequías extremas y una propagación de incendios que han sido, en más del 95%, causados por actividades humanas, particularmente por el crimen organizado que deforesta áreas para la ganadería. Nobre señala que esta actividad ilícita ha sido facilitada por la falta de detección efectiva de incendios por satélite, lo que complica los esfuerzos de conservación.
La Amazonía al borde del colapso
Nobre advierte sobre la posibilidad de que la Amazonía alcance un punto de no retorno, convirtiéndose en sabana si no se frena la deforestación. Si las tendencias actuales continúan, para 2050 podríamos perder al menos un 50% de la selva amazónica, lo que resultaría en la liberación de 300 mil millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, exacerbando aún más el calentamiento global.
El climatólogo sostiene que la situación puede mejorar, pero es crucial actuar rápidamente. Si llegamos a 2050 con 2.5 grados de calentamiento, podríamos disparar puntos de inflexión que harían que el planeta se calentara entre tres y cuatro grados para finales de siglo, advierte. Esto tendría consecuencias devastadoras, haciendo que regiones ecuatoriales se vuelvan inhabitables y provocando una posible sexta extinción de especies.
La voz de Carlos Nobre se suma a un coro creciente de científicos que piden acción inmediata frente al cambio climático. El tiempo se agota y el camino hacia un futuro sostenible depende de nuestras decisiones actuales. La comunidad internacional debe unir esfuerzos para mitigar los efectos del cambio climático y proteger la Amazonía, no solo por su biodiversidad, sino por su papel vital en la regulación del clima global.