Brechas educativas persisten para niños y jóvenes indígenas en México

En el ciclo escolar 2021-2022, persisten significativas disparidades en el acceso a la educación entre la población indígena y el resto de los estudiantes en México, según revela el informe "El derecho a la educación de la población indígena de México. Ciclo 2021-2022", elaborado por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).

El estudio destaca que solo el 49.4% de los menores monolingües de 12 a 14 años asistían a la escuela, en comparación con el 91.2% del resto de la población en esa misma franja de edad. Esta disparidad se refleja a lo largo de diferentes grupos de edad, mostrando que la asistencia escolar entre los niños indígenas es inferior en todas las categorías analizadas.

Además, la escolaridad promedio de la población indígena ha mejorado solo 2.2 grados en los últimos 20 años, pasando de 4to grado en 2000 a 6.2 grados en 2020, mientras que el resto de la población alcanzó un promedio de 10 años de escolaridad en el mismo periodo.

El informe identifica que los estados con las tasas de escolaridad promedio más bajas entre la población indígena y hablantes de lengua indígena son Chihuahua, Chiapas, Guerrero, Veracruz, Puebla, Nayarit, Durango y Oaxaca, donde la diferencia respecto al resto de la población es considerable.

En términos de no asistencia a la escuela, el porcentaje es más alto entre la población indígena y los hablantes de lengua indígena en comparación con la población no indígena, especialmente en grupos de edades más jóvenes. Por ejemplo, en el grupo de 3 a 5 años, solo el 51.8% de la población monolingüe asiste a la escuela.

El informe también destaca que entidades como Chihuahua, Sinaloa, Colima, Zacatecas, Chiapas, Jalisco y Guanajuato registran los mayores porcentajes de no asistencia a la escuela entre la población indígena, subrayando la necesidad de políticas educativas específicas para reducir estas brechas.

Estos hallazgos subrayan la urgencia de continuar trabajando en la mejora de las condiciones educativas para los niños y jóvenes indígenas en México, asegurando que todos tengan acceso equitativo a oportunidades educativas de calidad.