Así se elige a un nuevo Papa: del humo blanco a la nueva era

La transición papal, provocada por la muerte o renuncia de
un pontífice, es un proceso cargado de historia y simbolismo. No solo implica
un cambio en el liderazgo espiritual de más de 1.400 millones de católicos,
sino también en la jefatura de Estado del Vaticano. Estos son los elementos
esenciales para entender este momento histórico.
El primer paso: el papel del camarlengo
Tras la muerte del Papa, el primer procedimiento lo realiza
el camarlengo: un cardenal encargado de verificar oficialmente el
fallecimiento y sellar las habitaciones privadas del pontífice.
Mientras dura la sede vacante, el camarlengo administra los bienes
temporales de la Santa Sede. Actualmente, este rol lo desempeña el cardenal
estadounidense de origen irlandés Kevin Farrell.
¿Quiénes tienen derecho a elegir al nuevo Papa?
El Colegio Cardenalicio, conformado por 252
cardenales de todo el mundo, asume la administración temporal de la Iglesia.
Sin embargo, solo los 135 cardenales electores menores de 80 años
tienen derecho a votar en el cónclave.
De ellos, 108 fueron nombrados durante el pontificado de Francisco, lo
que podría influir en la orientación del próximo líder espiritual.
El corazón de la elección: el cónclave
La palabra cónclave significa bajo llave y refleja
el carácter secreto de esta reunión que se lleva a cabo en la Capilla
Sixtina.
Aislados del exterior, los cardenales deben elegir al nuevo Papa en sesiones
que pueden durar horas o días. Tradicionalmente, el cónclave inicia dentro de
los 20 días posteriores a la muerte o renuncia del Papa.
El decano: el gran orquestador del proceso
El decano del Colegio Cardenalicio, actualmente el
cardenal italiano Giovanni Battista Re, juega un rol crucial: convoca el
cónclave, dirige los juramentos y, una vez elegido el nuevo Papa, le pregunta
si acepta el cargo y qué nombre adoptará.
Basílica de San Pedro: el lugar del adiós y la bienvenida
La imponente Basílica de San Pedro, construida sobre
la tumba del apóstol Pedro, es el epicentro espiritual del Vaticano.
Allí, tras el fallecimiento de un Papa, los fieles acuden a rendir homenaje
ante su cuerpo en el altar mayor. Esta obra renacentista, hogar de tesoros como
La Piedad de Miguel Ángel y el baldaquino de Bernini, también será
testigo de la misa de inicio del nuevo pontificado.