El delantero de la selección de Brasil, Vinicius, se sinceró entre lágrimas este lunes durante una rueda de prensa previa al partido amistoso contra España, expresando su creciente desánimo ante los insultos racistas que ha enfrentado en el campo de juego. A pesar de la difícil situación, afirmó ser "fuerte" para continuar su lucha contra el racismo en el fútbol.

Con un evidente tono emocional, Vinicius compartió su dolor al ser objeto de discriminación racial, recordando también el sufrimiento que su padre enfrentó debido a este tipo de actitudes. Expresó su profunda tristeza por cada vez que ha tenido que denunciar este tipo de incidentes, pero destacó que su lucha es para que en el futuro nadie más tenga que enfrentar esta situación.

El jugador brasileño reveló que la constante exposición al racismo ha minado su voluntad de jugar, pero recalcó que sigue adelante gracias al apoyo de su familia y a su determinación de combatir esta injusticia. A pesar de reconocer las dificultades, reafirmó su compromiso con la causa antirracista, subrayando la importancia de la lucha contra la discriminación por encima de su carrera futbolística.

Vinicius, quien ha sido objeto de insultos racistas en partidos anteriores, expresó su frustración por la impunidad de los responsables, destacando la falta de castigo para aquellos que perpetran estos actos de discriminación. Sin embargo, se mostró optimista y agradecido por la oportunidad de representar a Brasil en un partido contra España, afirmando que es un sueño hecho realidad jugar en su país natal y expresando su deseo de obtener la victoria junto a su equipo.

El partido amistoso contra España, organizado como una respuesta a los insultos racistas previos recibidos por Vinicius, se presenta como un escenario importante para reafirmar el compromiso contra la discriminación racial en el fútbol, así como para el jugador brasileño demostrar su valía en el campo y su firme postura en contra de la intolerancia.